Alguna vez leí un texto, donde una persona mayor aconsejaba a su joven nieto estudiar arte, sustentándole que sería lo único en lo que la tecnología nunca podría reemplazar al ser humano. Leer esto me dejó mucho que pensar, dado que soy un amante de la tecnología. Luego de tener varios días la idea en mi cabeza, decidí iniciar una búsqueda por internet relacionada con el arte y la tecnología, encontrando varias noticias de obras de arte realizadas por inteligencia artificial, fue bastante irónico contrastar el texto y las noticias y ver que el anciano no tenía razón.
Actualmente hay grandes debates sobre si lo desarrollado por la inteligencia artificial, se puede considerar arte. Lo resalto, pero no es el propósito de este blog.
Entonces, ¿por qué mencione la historia del anciano, si no es el propósito del blog?
La respuesta es simple, como les conté, este texto me dejo algo reflexivo e inicie una búsqueda sobre el arte y la tecnología, sin encontrar un punto particular que llenara mis expectativas. No fue hasta que mi jefe me recomendó leerme el libro “CLEAN CODE” donde concluí que programar no era solo darle instrucciones a una máquina, y lo vi de una manera más poética.
Desde ese momento considero que nuestro código debe ser como un libro digno del nobel, los programadores somos escultores de ideas, las moldeamos hasta transformarlas en realidad y así, me gusta compararme con un pintor, escucho a mi cliente para comprender que pintura tiene en su cabeza, luego defino que técnicas voy a usar y por último preparo mis herramientas (lienzo, pinceles…). En este punto estoy listo para iniciar el proceso de creación, para hacer a una persona feliz al ver su sueño hecho realidad.
En nuestro mundo de desarrolladores escuchar al cliente, sería el levantamiento de requerimientos, la definición de las técnicas a usar, representa la definición arquitectónica de nuestro proyecto, la preparación de nuestras herramientas como IDE, framework, servidores entre muchos más elementos que usamos para llevar a la realidad un sueño.
Aun en mi cabeza se encuentra un gran dilema, el desarrollo es arte o es una herramienta?, para construir arte. Sin importar cual sea la conclusión de este dilema, lo que si tengo claro es que los desarrolladores somos artistas y nosotros decidimos que calidad van a tener nuestras obras.
¿Qué opinas?
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